Recientes investigaciones están mostrando como la creciente contaminación no solo afecta a nuestros pulmones, sino que también acelera el envejecimiento de nuestra piel. Las pequeñas partículas y gotitas líquidas de contaminación se acumulan en los poros de la piel destruyendo los aceites esenciales que actúan como barrera protectora, lo que deja nuestra piel expuesta a los radicales libres y degrada el colágeno, fomentando el envejecimiento, la irritación y en definitiva el daño celular. Estas toxinas generan una barrera física que dificulta la penetración de los productos para el cuidado de la piel, por lo que es altamente recomendable lavarse la cara correctamente.
Además, una cara limpia mantiene a raya la invasión bacteriana, microorganismos que pueden causar problemas realmente dolorosos, como puede ser la aparición de un orzuelo, una infección bacteriana muy común que suele aparecer en los ojos.
Sin embargo, lavarse la cara de manera incorrecta puede dañar la piel y ocasionar algunos problemas como inflamación, enrojecimiento, acné o sequedad entre otros. En esta infografía nos muestran una guía paso a paso sobre cómo lavarse la cara para lograr que la piel de nuestro rostro esté limpia y saludable.
Beneficios de lavarse la cara correctamente
Poros más claros. Los pequeños poros de la piel tienden a atrapar la suciedad del aire. Puede que no se vea pero el daño se hace igualmente. Además con la edad los poros se ensanchan y por tanto aumenta la cantidad de suciedad que puede penetrar en ellos, ocasionado problemas en la piel. Así pues, un buen hábito es lavarse la cara un par de veces al día.
Piel más oxigenada. Cuando los poros se obstruyen debido a la suciedad del entorno, la piel no puede respirar correctamente. Debido a esto, la piel experimenta una degradación que puede evolucionar en problemas de acné, puntos negros, espinillas, etc. Por tanto, una cara limpia tiene menos posibilidades de experimentar estos problemas.
Efecto refrescante. Lavarse la cara correctamente permite que los poros respiren libremente, lo que proporciona una sensación fresca y agradable en el rostro, al tiempo que le devuelve su aspecto natural. No hay nada tan sencillo y barato cómo lavarse la cara en la mañana al despertarse.
¿Qué puede pasar si dejas de lavarte la cara?
Si dejas completamente de lavarte la cara tus poros pueden obstruirse en gran medida, con las impurezas del medio ambiente, lo que puede derivar en casos graves de acné. La piel también podría experimentar una combinación severa de irritación, sequedad y enrojecimiento al no lograr la hidratación suficiente. Como resultado, la piel acabará pareciendo sucia, grasa y anormalmente envejecida.
En casos extremos incluso se puede acabar desarrollando una picazón importante, lo que te puede obligar a rascarte constantemente, produciendo micro roturas en la piel, que pueden servir como punto de entrada para bacterias que podrían causar una infección.
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