Existen muchos tipos de pérdida auditiva diferentes, y cada una de ellas puede afectar a personas en condiciones y con incidencias muy variables. A continuación revisamos cuáles son los principales tipos de pérdida auditiva que existen, según los profesionales. Sigue leyendo para conocer cuáles son los principales tipos de pérdida auditiva según los expertos.
Pérdida auditiva neurosensorial
En primer lugar encontramos la pérdida auditiva neurosensorial. Se trata de un tipo de pérdida auditiva que sucede cuando existe algún tipo de daño en el oído interno. Normalmente se dañan los pequeños pelillos del oído interno que son los que conducen el sonido en la cóclea, aunque la pérdida auditiva neurosensorial también puede producirse por un daño en los nervios encargados de llevar el sonido al cerebro. Algunas de las causas que puede provocar la pérdida auditiva conocida como neurosensorial son diferentes factores genéticos, el envejecimiento, los fármacos de quimioterapia y la exposición reiterada a sonidos muy fuertes.
Además, como nos han explicado los profesionales expertos en este tipo de pérdidas auditivas y en implantes y audífonos de audifono.es, las personas con pérdida auditiva neurosensorial pueden beneficiarse en gran medida de un tratamiento con cualquier tipo de tecnología pensada para mejorar la capacidad auditiva, como por ejemplo los audífonos.
Pérdida auditiva conductiva
Por otro lado encontramos la pérdida auditiva conductiva. Se trata de un tipo de pérdida auditiva bastante común, probablemente una de las que más incidencia tiene. Este tipo de pérdida auditiva conductiva tiene lugar en el oído medio o en el odio externo. Normalmente sucede por un bloqueo en el oído que hace muy complicado que el sonido pueda llegar al cerebro. Entre las causas principales de la pérdida auditiva conductiva encontramos la acumulación de cera en el oído externo, problemas como el oído de nadador o un agujero en el tímpano provocado por un ruido muy fuerte. En este punto, es importante tener en cuenta que la pérdida de audición conductiva puede tratarse normalmente de forma médica, y en muchos casos se puede curar por completo.
Pérdida auditiva mixta
Por otro lado, encontramos también la pérdida auditiva mixta. En este caso, se trata de un tipo de pérdida auditiva que combina la pérdida auditiva neurosensorial y la pérdida auditiva conductiva.
La pérdida auditiva mixta es una combinación de los otros dos tipos de pérdida auditiva, conductiva y neurosensorial. En estos casos, la parte conductiva de la pérdida auditiva se podrá tratar médicamente, mientras que la parte neurosensorial necesitará de tecnología de audífonos o de un sistema de amplificación similar.
Neuropatía auditiva
Encontramos también la neuropatía auditiva. En este caso hablamos de la pérdida de la audición que tiene lugar cuando el sonido entra de manera natural al oído, pero al haber daños en el nervio auditivo o en el oído interno, es imposible procesarlo correctamente y el cerebro no lo consigue interpretar.
Según el grado
Además, es posible valorar la pérdida auditiva dependiendo del grado de incidencia de dicha pérdida. Hablamos de pérdida auditiva leve cuando una persona puede escuchar algunos sonidos del habla, pero no puede oír claramente los murmullos.
Por otro lado, la pérdida auditiva moderada es aquella en la que la persona puede llegar a no escuchar casi nada de lo que dice otra persona al hablar con un volumen normal. Del mismo modo, una pérdida auditiva grave es aquella en la que una persona no pude oír lo que dice otra persona al hablar a un volumen normal, y solamente puede percibir los sonidos fuertes.
Por su parte, la pérdida auditiva profunda es aquella en la que una persona no escucha nada de lo que se habla ni de los ruidos de alrededor, y simplemente es capaz de escuchar los sonidos muy fuertes.
Según la forma
Además, según la forma encontramos también diferentes tipos de pérdidas auditivas. La pérdida aditiva puede ser unilateral, si sólo corresponde a uno de los dos oídos o bilateral si tiene lugar en los dos. También puede ser prelingüística, si sucedió antes de que la persona aprendiera a hablar, o postlingüística, si tuvo lugar después.
La pérdida auditiva también puede ser simétrica o asimétrica. La simétrica es del mismo grado en los dos oídos, mientras que la asimétrica es diferente en cada uno de los dos. También puede ser gradual, si va empeorando con el tiempo, o repentina si ocurre de repente, por ejemplo, debido a la exposición a una explosión o a ruidos muy fuertes.
La pérdida auditiva también puede ser fluctuante o estable. En el primer caso, esta pérdida de audición mejorará o empeorará con el tiempo, mientras que en el segundo se mantendrá constante.
Finalmente, la pérdida auditiva puede ser congénita o adquirida y de aparición tardía. La congénita es aquella que está presente en los bebés al nacer, mientras que la adquirida o de aparición tardía es la que tiene lugar tiempo después, cuando va sucediendo la vida.
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