Seguramente habremos escuchado unas cuantas veces la frase: “todo esta en la cabeza”. Y la realidad es que todo el dolor se procesa en la cabeza, ya sea un brazo roto o un dolor de artritis, todo pasa por el cerebro, justo al lado de la zona en que se procesan las emociones. Por tanto es posible que acaben superponiéndose, lo cual no quiere decir que sea un obstáculo para mejorar la salud, si no más bien al contrario, podría suponer una vía para que las personas puedan aliviar su dolor crónico.
Aun así debemos tener cuidado, pues las emociones negativas también pueden causar dolor al estar íntimamente conectadas a los centros sensoriales del cerebro. Es decir, lo que sentimos emocionalmente podría determinar en parte las sensaciones que experimentamos físicamente en nuestro cuerpo, y acabar provocando dolor físico. Tanto es así que ya existen investigaciones que relacionan cada tipo de emoción con un dolor concreto, como se puede ver en la siguiente infografía:
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